¿Por qué 0-3?

La ciencia

Un millón de conexiones neuronales por segundo.

Así de rápido se desarrolla el cerebro de los niños entre el nacimiento y los tres años. 

Los niños pequeños están preparados para absorber información nueva, entornos y amor de sus cuidadores. Esos primeros días, semanas y meses son el foco del trabajo que hace ZERO TO THREE, la organización líder que transforma la ciencia del cerebro de la primera infancia en un mundo mejor para bebés y niños pequeños. 

Cuando nacemos, tenemos miles de millones de neuronas, que, en su mayor parte, no están conectadas.

Las conexiones entre sinapsis, o las señales que envía el cerebro, se fortalecen mediante la repetición de experiencias positivas. Estas conexiones son vitales para que los bebés puedan aprender los aspectos básicos de supervivencia y desarrollo en una familia, una comunidad y una cultura. 

¿Por qué son importantes los primeros años?

En las distintas etapas de nuestra vida, se producen distintos tipos de aprendizaje. Los puntos más salientes de las curvas, aquí ilustrados, son aquellos que los investigadores denominan períodos “sensibles”, en los que los niños son particularmente sensibles a determinados tipos de interacciones. Las vías sensoriales, como la audición, el lenguaje y las funciones cognitivas más elevadas alcanzan su pico en los primeros tres años de vida. 

Durante estos primeros tres años de vida, los vínculos enriquecedores a nivel emocional sientan las bases para la salud y el bienestar de toda la vida.

En las investigaciones y experiencias clínicas, se ha demostrado que los primeros vínculos y experiencias de un bebé con sus padres y otros cuidadores influyen drásticamente en el desarrollo del cerebro, en las habilidades socioemocionales y cognitivas, en la salud a futuro y en el éxito en la escuela y en la vida. 

La salud de los bebés y el potencial para desarrollarse en su crecimiento depende del bienestar de la madre, no solo durante el embarazo, sino desde antes de la concepción. Esto se aplica, en particular, a las personas de color y sus bebés debido al trauma intergeneracional y a las experiencias vividas por el racismo institucional e interpersonal. 

Las experiencias adversas de nuestra infancia se quedan en nuestros cuerpos.

La ciencia nos ha abierto una ventana al desarrollo y la estimulación del cerebro. Además, ha documentado cómo los primeros años influyen en la consecución de logros profundos y duraderos para cumplir con los objetivos escolares y tener una vida plena… o no. Los investigadores han aprendido que las experiencias adversas en la primera infancia se quedan en el cuerpo, impactan en nuestro desarrollo futuro, en nuestro éxito emocional y en la salud mental y física.

Dónde intervenimos nosotros:

El potencial de cada bebé es ilimitado, pero el período para que un niño incorpore las bases para el éxito no lo es.

Cuando los padres y los cuidadores reciben la asistencia que necesitan para entablar conexiones fuertes y vínculos sanos con sus bebés, actúan como barrera contra el impacto del trauma constante y heredado que muchas familias enfrentan a diario. 

La organización ZERO TO THREE trabaja para garantizar que los bebés y niños pequeños adquieran los beneficios de vincularse con sus familias y comunidades, un aspecto fundamental para su bienestar y desarrollo. Las conexiones sanas favorecen el desarrollo del cerebro de los bebés. Apoyamos a los adultos que están a cargo de bebés y niños pequeños porque queremos maximizar el impacto a largo plazo y asegurarnos de que todos los niños tengan un futuro brillante. 

Babies and toddlers need your support now more than ever.

Together, we can strengthen families across the country and around the world.