Durante la segunda mitad del primer año de vida, la mayoría de los bebés comienzan a moverse de verdad. Al principio, pueden pararse en cuatro patas y balancearse para adelante y para atrás, como un cohete en cuenta regresiva, esperando para despegar. Pero, a diferencia del cohete, los niños pueden estar en modo “cuenta regresiva” por semanas, hasta estar listos para empezar a desplazarse. El proceso de aprender a gatear es muy complejo. Los bebés tienen que coordinar el movimiento de los brazos y las piernas, y tonificar los músculos de brazos, hombros y piernas para soportar el peso del cuerpo.

¿Cómo aprenden a gatear?

El primer paso al frente de un bebé puede ser, en efecto, un movimiento hacia atrás. A medida que los bebés van descubriendo cómo hacer este movimiento de brazo, pierna, brazo, pierna para gatear, pueden moverse hacia atrás primero; entonces, aprenden a gatear en reversa. Algunos bebés pueden llorar de frustración porque se dan cuenta de que se están alejando de todos los objetos o personas a los que quieren llegar.

El proceso de aprender a gatear es distinto para cada bebé porque implica descubrir una forma de moverse que será única. Estas son algunas de las formas en que los bebés aprenden a moverse:

• “Lo de siempre”
  Es la forma de gatear clásica, con movimientos alternados entre la mano de un lado del cuerpo y la rodilla del otro.
• “El cangrejo”
  Como en la playa, el “cangrejo” flexiona una rodilla y extiende la pierna opuesta para avanzar.
• “El comando”
  Cuidado, este bebé gateador se acuesta boca abajo y se arrastra hacia adelante con los brazos.
• “El rodante”
  ¿Quién necesita gatear cuando puedo rodar para ir adónde quiero?
• El niño “que se lo toma con calma”
  Algunos niños no gatean y directamente empiezan a caminar. No hay tiempo que perder, ¡aquí voy!

Lo importante es que el bebé muestre avances en sus habilidades para usar el cuerpo y desplazarse.

¿Cómo estimular las habilidades de gateo del bebé?

El proceso de aprender a gatear es distinto para cada bebé porque implica descubrir una forma de moverse que será única.

1. El bebé debe pasar mucho tiempo boca abajo, desde el nacimiento.El tiempo que los bebés pasan boca abajo les permite tonificar los músculos de los hombros, los brazos, la espalda y el torso, lo cual es necesario para aprender a gatear.
2. Estimule a su bebé para que busque los juguetes que le interesan.Coloque los juguetes que le gustan a una corta distancia del bebé. Fíjese si puede moverse por su cuenta para alcanzarlos.
3. Asegúrese de que el bebé tenga un espacio seguro y supervisado para explorar.Ha llegado el momento de convertir su casa en un lugar seguro para niños. Recorra la casa (o mejor, gatee) en busca de posibles peligros que pueda haber a la altura del bebé.
4. Coloque las palmas de las manos detrás de los pies del bebé cuando esté en cuatro patas.Esto le da estabilidad y un punto desde el que “impulsarse” cuando está aprendiendo a gatear.

¿Qué debe evitar?

• Los andadores.
  Son peligrosos y limitan el tiempo de práctica en el suelo para aprender a gatear. Además, los andadores pueden afectar el desarrollo de la musculatura.
• Pasar mucho tiempo en asientos o portadores de bebés.
  Los bebés aprenden primero a gatear, después a ponerse de pie y, finalmente, a caminar cuando pasan mucho tiempo jugando, moviéndose y explorando, todos los días.
• Empujar al bebé para que aprenda a gatear.
  Presionar a un bebé para que desarrolle una habilidad para la que aún no está listo puede retrasar el proceso de aprendizaje.

¿Cuándo deberíamos preocuparnos?

Como ocurre con todos los hitos del desarrollo, los bebés empiezan a gatear en algún momento entre los 5 y los 13 meses, con una edad promedio de 8 meses para la mitad de los bebés. (¡Y un 7 % de los bebés ni siquiera gatean!) Además, si un niño tiene una altura o un peso mayor que el típico para su edad, es posible que empiece a gatear más tarde porque tardará más en tonificar los músculos que sostienen el peso adicional del cuerpo y moverse en cuatro patas. Los bebés que nacieron prematuros también pueden empezar a gatear más tarde.

En la mayoría de los casos, no hay ningún impedimento físico en los bebés que aprenden a gatear más tarde. Pueden estar ocupados desarrollando otras habilidades que les resulten más interesantes, como aprender a usar las manos para descubrir cómo funcionan los objetos. Pueden preferir sentarse y explorar el mundo con la vista o el tacto (con las manos), en lugar de hacerlo a través del movimiento. Recuerde que los bebés, al igual que los adultos, tienen distintas preferencias e intereses.

Comuníquese con el pediatra en estos casos:

• Si nota que el niño usa solo un lado del cuerpo para gatear (se impulsa con un solo brazo o arrastra un lado del cuerpo a medida que se desplaza por el suelo).
• Si el bebé no muestra avances en el uso del cuerpo para desplazarse.

¿Cómo convertir la casa en un lugar seguro para bebés?

Aprender a gatear significa que ha llegado el momento de transformar la casa en un lugar seguro para bebés.

Si ya gatea, pronto comenzará a ponerse de pie para empezar a caminar. Esto quiere decir que puede agarrar todos los objetos que antes estaban fuera de su alcance y que son potencialmente peligrosos.

Recuerde que, aunque los bebés se desplacen bastante bien por su cuenta, aún no están listos para seguir reglas sobre lo que pueden tocar y lo que no. Por eso, es muy importante que la casa sea un lugar seguro para bebés, y así podrá jugar y explorar sin peligros.

Recorra la casa (o mejor, gatee) en busca de posibles peligros que pueda haber a la altura del bebé.

Preste atención a lo siguiente:

• enchufes;
• cables de electricidad;
• puertas para bebés en todas las escaleras (arriba y abajo);
• seguros para el inodoro;
• bases para plantas (y otras mesas “volcables”);
• plantas de interior al alcance del bebé;
• productos de limpieza tóxicos al alcance del bebé;
• esquinas en punta de mesas ratonas o auxiliares;
• objetos decorativos frágiles que puedan agarrarse o tirarse;
• roperos, bibliotecas, soportes de televisor, etc., con los que se pueda tropezar. Cuando los bebés comiencen a “explorar”, se sujetarán de este tipo de objetos, por lo que deben estar asegurados a la pared con un soporte antivuelco.

Un ambiente seguro para el bebé es sinónimo de crear un espacio perfecto para estimular sus habilidades de crecimiento y un desarrollo saludable.